martes, 22 de septiembre de 2009

4 idiomas un kekito

Los chinos pueden ser una calamidad!

Manejando son un desastre. Cualquier carro que se te cierra en esta ciudad sin poner una direccional, es manejado por un chino; si una persona no sabe en qué sentido se debe manejar dentro de un estacionamiento del súpermercado y mucho menos estacionarse a la primera, es chino! (o mujer, lo siento pero es verdad); comiendo hacen ruidos como regurgitando (¿Lo escribí bien?), mastican con la boca abierta, son tremendamente secos, prácticos, les gusta vivir en cuartos diminutos oliendo a "noodles" y no se pintan las canas. Yo conocí un chino que echó a perder la transmisión automática de un auto creyendo que era una caja de cambios stándard, se los prometo!!!
A su favor es que tienen unos restaurantes deliciosos, aunque el Pollo General Tao, tenga una dudosa reputación y eso sí, te pueden hacer una copia de cualquier cosa de manera impresionante. Como los mexicanos, los chinos también están en todos lados, así como Dios, pero a diferencia del mexicano en el extranjero, el chino sí es unido y solidario. (AHEM).

Pero una cosa que para los chinos, está en chino, son los idiomas.

Estaba yo haciendo la fila cotidiana en "Treats" uno de esos lugares donde la gente compra el "muffin mañanero" con café. Muffin (se pronuncia mofin), para los que entienden castellano es como un "kekito", mantecada, madalena, un "copkeik. Como era de esperarse en este país, generalmente estos establecimientos son atendidos por chinos.

A mí me causan mucha gracia, la verdad, sobretodo el gerente de la mentada sucursal. Un chino cincuentón de pelos revueltos y canosos, que jamás han tocado un peine, y que no dice nada en francés mas que "Bonju michu"; el así dice y está convencido de que eso quiere decir "Bonjour Monsieur", y no hay poder humano que lo haga cambiar de opinión.

El pedo con los chinos es que una vez que se memorizan las frases que deben utilizar para brindar "un buen servicio al cliente", de ahí no los mueves; Entonces si sucede cualquier cosa como: "Se me cayó el café, "El mofin esta duro", "Le falta sal" o "Corran que se quema el edificio", te ven como si hubieran visto al diablo y se petrifican como estatuas.

Delante de mí, pagaba una mujer haitiana, (lo sé porque pude reconocer su acento creole y era negra; no conozco haitianos blancos, lo siento). Ella se dirigía en francés a la china y le pedía le perdonase 10 centavos porque "no le alcanzaba para pagar el combo #2". La china no entendía un carajo, porque a ésta china en particular, se le ocurrió aprender inglés y no francés; La haitiana no conocía la lengua de "Shakespeare" y pues yo con café caliente en mano, dispuesto a pagar antes de que se me tatemase, me ofrecí caballerosamente a servir de interprete entre las dos mujeres.

-Que le faltan diez centavos para completar el combo..! le dije a la china.
- OHHHH!!! -(siempre hacen ese ohhhh y pelan los ojos)- So soly , so soly, no coffee, no money, you nevel have money.

MADRES, ventaneando a la negra.

China 1
Haiti 0

-Que no, que fiado no hay, -le traduje a la haitiana- y que siempre andas sin lana, gorrona!
-Mais madame j 'achete toujours ici, ce ne pas la première fois qu ils me manquent dix sous.
-Que es cliente VIP, que si le perdona los 10 centavos. Y sí, que ya sabe que nunca trae lana pero que ya se lo han perdonado antes. Por eso ahora siempre se hace la loca (eso último fue de mi cosecha).

Pero la china, antes de que cualquiera pudiese decir "Miso soup", le arrebató el "mofin" a la negra y lo volvió a meter al mostrador .

Aunque tengo fama de piedra, se me dobló el corazón, además de que se me achicharraban las manos con el café caliente, así que le dije a la señorita que con gusto le completaba para el combo. Le dí los diez centavos para poderme largar a trabajar y meter el café en una taza decente, pero acto seguido, el gerente, el del "Bonju Michu", se acercó a la clienta y le ofreció de nuevo el mofin, como diciendo "No hay pedo, ya van tres que te pasa pero bueno..."

La negra, visiblemente molesta por la osadía de la china relámpago, como buena mujer se puso a repelar, en lugar de callarse la boca; Empezó con su parloteo y a gritar que "¿Cómo era posible que a una clienta como ella, le hicieran pasar el papelón por diez centavos!?"

Por supuesto que aquello era como mediar el conflicto de Medio Oriente pero en chiquito, yo, que ya a estas alturas había perdido toda sensibilidad en mi mano izquierda, trataba de traducirle al chino en un francés más despacio porque era obvio que su "Bonju Michu" no lo iba a sacar del apuro con el acento antillano de la otra. El chino yo creo que se hartó, le gritoneo unas palabras en algo así como chino-mandarín mezclado con el "Bonju Michu", le quitó el café a la negra, la corrió del establecimiento, reprendió a la china relámpago por pocos huevos y volteó a verme con una sonrisa mientras me decía en un accidentado franchute:

-"Trois dollars et quarante cinq"

Saqué las monedas para pagarle, ya con la mano toda llena de ámpulas, y me di cuenta que me faltaban 10 putos centavos.

MIERRRRRRRRRDA!!!!